Ya sabemos que el cannabinoide conocido como Cannabidiol (CBD) tiene la capacidad de interactuar con el cuerpo a través de nuestro Sistema Endógeno Cannabinoide (SEC) con diversos impactos positivos para la saluda y el bienestar. Estudios recientes demuestran que el CBD tiene entre otras capacidades la de servir como antitumoral, antiespasmódio, anticonvulsivo, ansiolítico e incluso como elemento neuroprotector. Se estima que el CBD puede interactuar con el cuerpo humano a través de más de sesenta (60) vías moleculares y las investigaciones siguen descubriendo más y diversas aplicaciones terapéuticas de este compuesto.
A continuación te presentamos algunos beneficios específicos que puede traer el CBD a tu bienestar general.
Antioxidante
Esta propiedad le da al CBD la posibilidad de mitigar el daño que pueden hacer los radicales libres en el cuerpo, especialmente en el cerebro. Los radicales libres son células de desecho producidas al momento de liberar energía, resultado principalmente del llamado estrés oxidativo. Si bien el cuerpo humano produce sus propios antioxidantes, muchas veces los radicales libres excede la capacidad de nuestro cuerpo de producir antioxidantes, dando paso a afectaciones en otras células, lo cual puede derivar en un sinfín de padecimientos, tales como cardiopatías, eventos vasculares cerebrales, e incluso ciertos tipos de cáncer debido a la oxidación.
Una dieta rica en antioxidantes permite fortalecer nuestro sistema encargado de combatir los radicales libres. Las vitaminas C, E, B2 y el zinc son algunos de los antioxidantes más conocidos. Un estudio de perfil cannabinoide de 2016 constata que el CBD tiene y el THC tienen un efecto antioxidante más potente aún que las vitaminas C y E. Se considera que el CBD posee propiedades antioxidantes de especial utilidad como neuroprotector, dada su capacidad de limitar el daño neurológico provocado por eventos cerebrales traumáticos como un EVC o un accidente isquémico, así como coadyuvar en el tratamiento de traumatismos o alteraciones neurológicas degenerativas como la enfermedad de Alzheimer.
Desinflamatorio
Si bien la inflamación es una respuesta natural del cuerpo con la intención de defenderse de lesiones o infecciones, el síndrome de inflamación generalizada es una condición que aqueja a gran parte de la población adulta mundial y es la raíz de diversos padecimientos crónicos. La inflamación generalizada es provocada entre otras cosas por el estrés diario, la falta de sueño, la exposición a agentes contaminantes en el ambiente, sobrepeso y sobre todo una dieta cargada de alimentos procesados. Todos estos factores obligan al cuerpo a reaccionar, produciendo un efecto inflamatorio que genera microlesiones en todo el cuerpo.
Diversos estudios han comprobado la capacidad desinflamatoria del CBD, entre ellos, un artículo publicado por la revista Future Medicine Chemistry, donde destaca su capacidad para combatir la inflamación generalizada de manera eficaz, disminuyendo la inflamación alrededor de órganos tan vitales como el cerebro, los pulmones y el corazón. Lo anterior convierte al fitocannabinoide en una excelente opción para ayudar a prevenir diversos padecimientos crónicos.
Regulador de Procesos Biológico
El CBD interactúa con diversos receptores en nuestro sistema nervioso central autónomo. Entre ellos, por ejemplo, el GPR55, que permite la regulación de la presión arterial promoviendo o inhibiendo la vasodilatación. la activación de dicho receptor permite ensanchar los vasos sanguíneos disminuyendo de manera natural la presión en la venas. Este mismo receptor se encarga de regular la absorción ósea, el cual al ser inhibido por un antagonista como el CBD disminuye el ritmo de este proceso siendo un excelente candidato para un tratamiento preventivo para la osteoporosis. Investigaciones de 2010 dirigidos por la Academia Científica China descubrieron que la interacción del receptor GPR55 y el CBD inhibe la proliferación de células cancerosas. en este sentido podemos observar que la interacción del fitocannabinoide con un solo receptor endógeno regula la presión arterial, la densidad ósea y la proliferación celular.
El CBD también tiene un efecto regulador en la expresión de los genes, por ejemplo evita la activación del gen ID-1 conocido por su relación específica con procesos metastásicos. Es por ello que en diferentes regiones se está considerando el CBD como un excelente complementa para tratamientos contra ciertos tipos agresivos de cáncer y una menor utilización de terapias más agresivas como la quimioterapia.
Relajante Natural
El cannabidiol (CBD) ejerce una variedad de beneficios terapéuticos al interactuar con el receptor TRPV1, un componente clave del sistema endocannabinoide. Este receptor está implicado en la regulación del dolor y la inflamación, y su activación por el CBD puede contribuir a la reducción de la sensación de dolor y la inflamación. Además, el CBD tiene una estructura química similar a la anandamida, un endocannabinoide producido naturalmente por el cuerpo. Esta similitud permite al CBD influir en una serie de funciones fisiológicas, como la regulación del estado de ánimo, el apetito, la memoria y el sueño, entre otros.
La interacción del CBD con los receptores de serotonina, en particular con el receptor 5-HT1A, es fundamental para sus efectos ansiolíticos. Al modular la actividad de este receptor, el CBD puede ayudar a reducir la ansiedad y promover un estado de calma y bienestar mental de forma natural. Además, se ha observado que el CBD puede influir en la regulación del apetito y la digestión, posiblemente mediante la modulación de la actividad de los receptores de serotonina en el sistema digestivo, lo que podría ser beneficioso para tratar trastornos como la anorexia o la bulimia.
Otro aspecto relevante del CBD es su relación con el ácido gamma aminobutírico (GABA), un neurotransmisor inhibidor que ayuda a regular la actividad neuronal. Se ha demostrado que el CBD aumenta la disponibilidad de GABA en el cerebro, lo que puede contribuir a sus efectos ansiolíticos y sedantes. Esta interacción sugiere que el CBD podría servir como un sustituto potencial para medicamentos como el diazepam y otras benzodiazepina en el tratamiento de la ansiedad y otros trastornos relacionados con la hiperactividad neuronal.
Conclusión
En resumen, el cannabidiol (CBD) se posiciona como un elemento muy prometedor en el ámbito de la salud y el bienestar, gracias a su capacidad para interactuar con el cuerpo a través del Sistema Endógeno Cannabinoide (SEC). Sus múltiples beneficios incluyen propiedades antioxidantes que protegen contra el estrés oxidativo y el daño celular, así como efectos desinflamatorios que pueden ayudar a prevenir enfermedades crónicas asociadas con la inflamación crónica. Además, el CBD actúa como un regulador de diversos procesos biológicos, influyendo en la expresión genética, la densidad ósea y la proliferación celular, lo que lo convierte en un candidato prometedor para el tratamiento complementario de ciertos tipos de cáncer. Su capacidad para promover la relajación y el bienestar mental a través de la interacción con receptores de serotonina y GABA sugiere su potencial como alternativa natural a medicamentos convencionales para trastornos como la ansiedad.
En conjunto, estos hallazgos respaldan la creciente exploración de las diversas aplicaciones terapéuticas del CBD y su papel en la mejora de la calidad de vida de las personas.
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Muy buena información.